Habia una vez.... un estanque maravilloso,
era una laguna cristalina y pura donde
nadaban peces de todos los colores
existentes, hasta ese estanque mágico
y transparente se acercaron a bañarse
haciéndose mutua compañía, la
furia y la tristeza.
Las dos se quitaron sus vestimentas
y desnudas entraron al estanque.
La furia apurada urgía sin saber porque
se baño rápidamente y mas rápidamente
salio del agua.
Pero la furia es ciega no distingue
claramente la realidad, así que desnuda
y apurada, se puso al salir, la primera
ropa que encontró....y sucedió que esa
ropa no era la suya si no la de la tristeza.
Y asi vestida de tristeza la furia se fue.
Muy calmada y serena, dispuesta como
siempre a quedarse donde esta, la tristeza
termino su baño sin ningún apuro,
sin conciencia del paso del tiempo, con
pereza y lentamente salio del estanque.
En la orilla se encontró con que su
ropa ya no estaba.
Como todos sabemos si hay algo que
a la tristeza no le gusta es quedar al
desnudo, así que se puso la única
ropa que había junto al estanque,
la ropa de la furia.
Desde entonces, muchas veces uno
se encuentra con la furia, ciega, cruel,
terrible y enfadada, pero si nos damos
el tiempo de mirar bien, encontramos
que esa furia que vemos es solo un disfraz,
y que detrás del disfraz de la furia.
En realidad esta escondida
LA TRISTEZA..........
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