Llorar es arriesgarse a parecer una sentimental.
Hacer algo por alguien, es arriesgarse a involucrarse.
Expresar sentimientos , es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
Exponer tus ideas y tus sueños, es arriesgarse a perderlos.
Amar, es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Esperar, es arriesgarse a la des esperanza.
Lanzarte, es arriesgarse a fallar.
Pero los riesgos de ven ser tomados, porque el peligro
mas grande en la vida es no arriesgarse a nada.
La persona que no arriesga, no hace, ni tiene nada.
Se puede evitar sufrimientos y preocupaciones, pero
simplemente no puede aprender, sentir, cambiar, amar,
vivir,
Solo una persona que se arriesga es libre.
Los riesgos son como abrir una puerta a lo desconosido.
Pero que bonita es la vida abrir la puerta
correcta de nuestro futuro...........
EL MUNDO DE YURE
miércoles, 10 de agosto de 2011
miércoles, 13 de julio de 2011
Despacio.
Despacio, no apures tus besos que
haces vibrar mi alma no aceleres
las caricias que aprisionan mis
sentidos.
Detén en el palpitar de tu corazón
cuando este dentro del mio
deja que la sangre hierva en el
frenesí y en el delirio.
Despacio dejemos que el tiempo
muera que permanezca eternamente
congelado, inmóvil entre tu mirada
y mi suspiro.
Despacio, dejemos que el sudor bañe
nuestra piel, la humedezca de deseo,
contaminado de amor y pasión.
Despacio, permite que muera el tiempo
sepultado en nuestras manos y vivamos
el destino, por siempre fundidos
en mil abrazos........
haces vibrar mi alma no aceleres
las caricias que aprisionan mis
sentidos.
Detén en el palpitar de tu corazón
cuando este dentro del mio
deja que la sangre hierva en el
frenesí y en el delirio.
Despacio dejemos que el tiempo
muera que permanezca eternamente
congelado, inmóvil entre tu mirada
y mi suspiro.
Despacio, dejemos que el sudor bañe
nuestra piel, la humedezca de deseo,
contaminado de amor y pasión.
Despacio, permite que muera el tiempo
sepultado en nuestras manos y vivamos
el destino, por siempre fundidos
en mil abrazos........
domingo, 26 de junio de 2011
Despedida.
Fue tu amor una tristeza fue tu amor
una alegría y fue la naturaleza que
me hizo amarte un día.
Y me perdí en tu dulzura y encadené
mis caricias para dártelas enteras
arrastradas de poesías. Me enamore
de tus manos me enamoré de tu pelo
y sin tener demasiado te regale un
sentimiento.
Qué nos fue pasando entonces, en que
rincón de la rutina el amor perdió la
última fuerza que tenía?
Tu mundo está centrado donde vives,
por donde andas, y mi mundo es diferente,
mi mundo.... no es nada. Y siempre pasara
lo mismo, nunca intentarás amarme, tu en
la actitud hiriente de hace lo que me
duele, y yo siguiendo la huella de un amor
inexistente.
Te dejo libre amor mio, aunque por
dentro desangre, tu vida está en otros brazos
tu lugar en otra parte.......
una alegría y fue la naturaleza que
me hizo amarte un día.
Y me perdí en tu dulzura y encadené
mis caricias para dártelas enteras
arrastradas de poesías. Me enamore
de tus manos me enamoré de tu pelo
y sin tener demasiado te regale un
sentimiento.
Qué nos fue pasando entonces, en que
rincón de la rutina el amor perdió la
última fuerza que tenía?
Tu mundo está centrado donde vives,
por donde andas, y mi mundo es diferente,
mi mundo.... no es nada. Y siempre pasara
lo mismo, nunca intentarás amarme, tu en
la actitud hiriente de hace lo que me
duele, y yo siguiendo la huella de un amor
inexistente.
Te dejo libre amor mio, aunque por
dentro desangre, tu vida está en otros brazos
tu lugar en otra parte.......
sábado, 18 de junio de 2011
2º parte, leyenda guanche.
Fue mucha la sangre acumulada bajo el vuelo siempre siniestro
de los girres, Guise y Ayose comenzaron a sufrir reveses en la
contienda ya que los extranjeros andaban mejor armados.
Sin embargo los dos, soberanos de Fuerteventura veían
en sus derrotas el castigo por haber desoído las voces
proféticas de las pitonisas. Y así, primero el uno, después
el otro, ambos en compañía de buen número de adictos
resolvieron entregarse a los invasores.
Creyó entonces Tibiabin que se iniciaría una nueva
era de fecunda y apacible prosperidad para la isla.
Tal vez, como le había oído a ciertos europeos que
visitaron Fuerteventura antes de la expedición de
Juan de Bethencourt, empezaría el tiempo de paz
perpetua y de felicidad que traía consigo el bautismo.
Eso pensaba Tibiabin que secretamente guardaba las
enseñanzas de aquellos europeos. Eso dijo su hija
Tamonante. Y eso repetían ambas a quienes aún se
negaban a rendirse.
Ya no Guise, si no Luis. Tampoco Ayose, si no Alfonso.
Tales fueron los nuevos nombres impuestos al ser bautizados
a quienes habían sido los monarcas de Fuerteventura. Y
Con sus nuevos nombres, ellos que poseyeron toda la isla,
recibieron cuatrocientas fanegas de labrentío y frutal,
exentas de tributo durante nueve años. También Tibiabin
obtuvo merced de tierras de parte de los conquistadores.
Poco a poco propagaron los europeos sus modos y sus
normas, mientras recorrían la isla proporcionándose
orchilla y otros productos de los que sacaban pingues
ganancias. Aprendieron los isleños a confeccionar muchos
alimentos, a hablar en otro idioma y creer en otra religión,
a cultivar los campos y a construir más amplias y mejores
habitaciones. Mas luego que Juan de Bethencourt delegara
en su sobrino, el tiránico Maciot el gobierno de la isla,
y cuando fue escasa la orchilla y el sequero se agotó las
simientes, los europeos trataron con miserable desdén
a los isleños muchos de los cuales fueron presos y vendidos.
El miedo y las amenazas se establecieron en la isla.
Tibiabin y Tamonante, las pitonisas que vaticinaron
una nueva época, fecunda y feliz por amor de los extranjeros,
sintieron sobre ellas el peso del odio y el desprecio de su gente.
Como una maldición secreta pero ineludible.
Cruzó el viento sobre los jables (arena) de la isla, persistieron
aulagas y verodes bajo el cielo parco de lluvias,
Maciot de Bethencourt huyó y vino Hernán peraza a
sucederle, y aquella maldición nunca dicha que pesaba
sobre Tibiabin y Tamonante hubo de cumplirse.
Desembarcaron los piratas en las playas de Fuerteventura
y, con asombrosa rapidez, capturanron a algunos pastores
y varias mujeres. Tibiabin cayó prisionera.
El alisio hinchó las velas del navío cuando sin que pudieran
evitarlos los isleños, se alejó de la playa con rumbo incierto.
No soportó Tamonante el verse sola, apartada de su madre.
El dolor le fue adentrando hasta doblegarla, hasta confundir
sus sentidos y anegar su entendimiento como una nube
de calima. Nadie reparó en ella cuando se detuvo al borde
del barranco de janubio,
Ni siquiera supo por que se arrojó al vació..................
de los girres, Guise y Ayose comenzaron a sufrir reveses en la
contienda ya que los extranjeros andaban mejor armados.
Sin embargo los dos, soberanos de Fuerteventura veían
en sus derrotas el castigo por haber desoído las voces
proféticas de las pitonisas. Y así, primero el uno, después
el otro, ambos en compañía de buen número de adictos
resolvieron entregarse a los invasores.
Creyó entonces Tibiabin que se iniciaría una nueva
era de fecunda y apacible prosperidad para la isla.
Tal vez, como le había oído a ciertos europeos que
visitaron Fuerteventura antes de la expedición de
Juan de Bethencourt, empezaría el tiempo de paz
perpetua y de felicidad que traía consigo el bautismo.
Eso pensaba Tibiabin que secretamente guardaba las
enseñanzas de aquellos europeos. Eso dijo su hija
Tamonante. Y eso repetían ambas a quienes aún se
negaban a rendirse.
Ya no Guise, si no Luis. Tampoco Ayose, si no Alfonso.
Tales fueron los nuevos nombres impuestos al ser bautizados
a quienes habían sido los monarcas de Fuerteventura. Y
Con sus nuevos nombres, ellos que poseyeron toda la isla,
recibieron cuatrocientas fanegas de labrentío y frutal,
exentas de tributo durante nueve años. También Tibiabin
obtuvo merced de tierras de parte de los conquistadores.
Poco a poco propagaron los europeos sus modos y sus
normas, mientras recorrían la isla proporcionándose
orchilla y otros productos de los que sacaban pingues
ganancias. Aprendieron los isleños a confeccionar muchos
alimentos, a hablar en otro idioma y creer en otra religión,
a cultivar los campos y a construir más amplias y mejores
habitaciones. Mas luego que Juan de Bethencourt delegara
en su sobrino, el tiránico Maciot el gobierno de la isla,
y cuando fue escasa la orchilla y el sequero se agotó las
simientes, los europeos trataron con miserable desdén
a los isleños muchos de los cuales fueron presos y vendidos.
El miedo y las amenazas se establecieron en la isla.
Tibiabin y Tamonante, las pitonisas que vaticinaron
una nueva época, fecunda y feliz por amor de los extranjeros,
sintieron sobre ellas el peso del odio y el desprecio de su gente.
Como una maldición secreta pero ineludible.
Cruzó el viento sobre los jables (arena) de la isla, persistieron
aulagas y verodes bajo el cielo parco de lluvias,
Maciot de Bethencourt huyó y vino Hernán peraza a
sucederle, y aquella maldición nunca dicha que pesaba
sobre Tibiabin y Tamonante hubo de cumplirse.
Desembarcaron los piratas en las playas de Fuerteventura
y, con asombrosa rapidez, capturanron a algunos pastores
y varias mujeres. Tibiabin cayó prisionera.
El alisio hinchó las velas del navío cuando sin que pudieran
evitarlos los isleños, se alejó de la playa con rumbo incierto.
No soportó Tamonante el verse sola, apartada de su madre.
El dolor le fue adentrando hasta doblegarla, hasta confundir
sus sentidos y anegar su entendimiento como una nube
de calima. Nadie reparó en ella cuando se detuvo al borde
del barranco de janubio,
Ni siquiera supo por que se arrojó al vació..................
domingo, 12 de junio de 2011
LEYENDA GUANCHE.
Una pared de piedra, extendida de mar mar, dividía la isla de Fuerteventura y separaba sus dos reinos Guise era monarca
de Maxorata; Ayose de Jandia. Sus continuas discordias
acabaron cuando el muro fue alzado y el aislamiento
hizo posible la tranquilidad y la convivencia sin hostilidades.
Tanto Guise como Ayose t sus súbditos profesaban gran
estima a Tibiabin la pitonisa. Adivinatoria como
Guañameñe, el augur de Tenerife, y como Yoñe,
el auraculo del el Hierro, sus vaticinios siempre se habían
confirmado. Igual estima y respeto sentían por Tamonanate
hija de Tibiabin, sibila como ella y consejera de gran
predicamento, La voz de Tamonante era oída en las
asambleas de los nobles a quienes exhortaba a cumplir
sus juramentos y a mirar por el bienestar de los isleños.
Ella cuidaba de las leyes no fuesen meras palabras dictadas
en vano. Y Guise y Ayose quisieron conocer el porvenir
de sus reinos y los acontecimientos que aguardaba asus vidas.
Se reunieron con Tibiabin y Tamonante, las pitonisas de
Fuerteventura. ¿ que fin es el que nos espera?
Varios gánicos de leche vertió Tibiabin sobre el efequén
invocando las señales del futuro. Tamonante, con el tafiaque
de pedernal, sacrificó una pequeña baifa y entregó las
vísceras a su madre. La sangre aún tibia y reciente sobre
los despojos, en ella leyó Tibiabin.
Llegarán gentes poderosas por el mar en sus casa blancas.
No temáis ni le tratéis violencia antes bien, recibidle con alegría
y entregaros a sus designios pues solo beneficios traerán
a nuestra tierra.
No agradó a Guise, tampoco a Ayose, lo que Tibiabin acababa
de profetizar, mas nada dijeron. Marcharon silenciosos cada
uno a sus dominios tras la ringlera de piedras del muro.
La arribada de las naves de la expedición de Juan de Bethencourt
y Gadifer de la Salle quebró la calma maliciosa de la isla.
Loa europeos tardaron en revelar sus propósitos, les guiaban
el afán de riqueza, el deseo de hacer esclavos para venderlos,
y tanta era la ambición que entre ellos mismos gascones y normandos, se producían indisciplinas y desórdenes, desvíos y traiciones.
Aprovecharon pues los isleños para sumar victorias en
los combates y aniquilaron a los guardianes del castillo de
Risco Roque, la fortaleza que habían edificado los invasores.
Más Tibiabin y Tamonante auguraron grandes desgracias
si no cesaban las hostilidades, si no rendían sus fuerzas y
se doblegaban a los extranjeros...........
( continuara )
de Maxorata; Ayose de Jandia. Sus continuas discordias
acabaron cuando el muro fue alzado y el aislamiento
hizo posible la tranquilidad y la convivencia sin hostilidades.
Tanto Guise como Ayose t sus súbditos profesaban gran
estima a Tibiabin la pitonisa. Adivinatoria como
Guañameñe, el augur de Tenerife, y como Yoñe,
el auraculo del el Hierro, sus vaticinios siempre se habían
confirmado. Igual estima y respeto sentían por Tamonanate
hija de Tibiabin, sibila como ella y consejera de gran
predicamento, La voz de Tamonante era oída en las
asambleas de los nobles a quienes exhortaba a cumplir
sus juramentos y a mirar por el bienestar de los isleños.
Ella cuidaba de las leyes no fuesen meras palabras dictadas
en vano. Y Guise y Ayose quisieron conocer el porvenir
de sus reinos y los acontecimientos que aguardaba asus vidas.
Se reunieron con Tibiabin y Tamonante, las pitonisas de
Fuerteventura. ¿ que fin es el que nos espera?
Varios gánicos de leche vertió Tibiabin sobre el efequén
invocando las señales del futuro. Tamonante, con el tafiaque
de pedernal, sacrificó una pequeña baifa y entregó las
vísceras a su madre. La sangre aún tibia y reciente sobre
los despojos, en ella leyó Tibiabin.
Llegarán gentes poderosas por el mar en sus casa blancas.
No temáis ni le tratéis violencia antes bien, recibidle con alegría
y entregaros a sus designios pues solo beneficios traerán
a nuestra tierra.
No agradó a Guise, tampoco a Ayose, lo que Tibiabin acababa
de profetizar, mas nada dijeron. Marcharon silenciosos cada
uno a sus dominios tras la ringlera de piedras del muro.
La arribada de las naves de la expedición de Juan de Bethencourt
y Gadifer de la Salle quebró la calma maliciosa de la isla.
Loa europeos tardaron en revelar sus propósitos, les guiaban
el afán de riqueza, el deseo de hacer esclavos para venderlos,
y tanta era la ambición que entre ellos mismos gascones y normandos, se producían indisciplinas y desórdenes, desvíos y traiciones.
Aprovecharon pues los isleños para sumar victorias en
los combates y aniquilaron a los guardianes del castillo de
Risco Roque, la fortaleza que habían edificado los invasores.
Más Tibiabin y Tamonante auguraron grandes desgracias
si no cesaban las hostilidades, si no rendían sus fuerzas y
se doblegaban a los extranjeros...........
( continuara )
domingo, 5 de junio de 2011
He soñado contigo...
He soñado contigo sin saber que soñaba...
En la gran chimenea crepitaban las llamas,
la tarde se moría detrás de la ventana.
Te he visto en mis sueños como un
blanco fantasma, alto junco señido
al aire de mi alma, te he visto
ennoblecido por estrellas lejanas
turbada por la fiebre de mi propia
nostalgia.
Sobre la alfombra, quieta , te sueño
arrodillada, te sueño como a un
príncipe de los cuentos de hadas,
como a un vikingo rubio con
escudo de plata.
!Que bien quererte mucho hasta
quedar exhausta¡
!Qué bien sentirme siempre,
¡Dios mio !...enamorada!
Me da miedo el vació que me
queda en el alma, el frió que me
hiela cuando el hechizo pasa.
Yo quiero amarte mucho,
con un amor sin pausa,
con un amor sin término,
como los dioses aman,
como los astros las bestias
y las plantas.
Siento celos del leño que
acaricia la llama igual me
abrasaría si tu me acariciaras.......
En la gran chimenea crepitaban las llamas,
la tarde se moría detrás de la ventana.
Te he visto en mis sueños como un
blanco fantasma, alto junco señido
al aire de mi alma, te he visto
ennoblecido por estrellas lejanas
turbada por la fiebre de mi propia
nostalgia.
Sobre la alfombra, quieta , te sueño
arrodillada, te sueño como a un
príncipe de los cuentos de hadas,
como a un vikingo rubio con
escudo de plata.
!Que bien quererte mucho hasta
quedar exhausta¡
!Qué bien sentirme siempre,
¡Dios mio !...enamorada!
Me da miedo el vació que me
queda en el alma, el frió que me
hiela cuando el hechizo pasa.
Yo quiero amarte mucho,
con un amor sin pausa,
con un amor sin término,
como los dioses aman,
como los astros las bestias
y las plantas.
Siento celos del leño que
acaricia la llama igual me
abrasaría si tu me acariciaras.......
martes, 31 de mayo de 2011
Duele.
Duele tener el corazón encogido
y angustiado! yo sé que mi silencio
duele... pero no puedo actuar
de otra manera, si hablara, yo
sé que voy a herir aun más,
si hablara sé que voy a lastimar
mucho.
Porque mucho fui lastimada,
porque mucho oí y vi lo que
no quería, y no puedo hacer
a alguien sentir el mismo dolor,
aunque ese alguien seas tu.
y angustiado! yo sé que mi silencio
duele... pero no puedo actuar
de otra manera, si hablara, yo
sé que voy a herir aun más,
si hablara sé que voy a lastimar
mucho.
Porque mucho fui lastimada,
porque mucho oí y vi lo que
no quería, y no puedo hacer
a alguien sentir el mismo dolor,
aunque ese alguien seas tu.
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